28 abr 2007

El Big Bang cotidiano y la reincidencia del Monumentalismo Concreto


Estaría bueno Parque Saavedra, Buenos Aires.


Puesta en valor de monumento a las Islas Malvinas. Ushuaia, 2007


Plaza Terraza sobre Argentina Televisora Color (Q.E.P.D.). Buenos Aires, 1978

Hay científicos que están tratando de construír un acelerador capaz de hacer colisionar los núcleos de átomos muy pesados a velocidades cercanas a la de la luz. La idea es que una colisión como ésta no solo romperá el núcleo del átomo en los protones y neutrones que lo constituyen, sino que los pulverizará dejando solo "plasma", una especie de sopa energética formada por quarks y gluones libres, las partículas de las que está hecha la materia, nunca antes estudiadas en tal estado, pues sólo habrían existido durante breves instantes depués del big bang. ¿No podría ser que el éxito de este experimento diera lugar a una máquina del fin del mundo, un monstruo devorador capaz de aniquilar de forma inexorable la materia que le rodea y terminar de este modo con el mundo tal cual lo conocemos? La ironía de todo esto es que la desintegración del universo sería la prueba irrefutable de la validez de la teoría bajo examen, ya que absorbería toda la materia hacia un agujero negro, recreando a la perfección las condiciones del big bang.