En un alto por los ensayos para "Suerte Satélite", presencié una función especial para ciegos en tan noble y místico edificio. Los coordinadores repartieron entre los visitantes auriculares y una serie de bols (tipo ensaladeras) que debían colocarse en su regazo para acariciar táctiles constelaciones sobre la superficie vidriada. Luego de esta introducción didáctica dieron uso del potente sonido de la sala sin apagar las luces. Octubre, 2006
